Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste. 2 Tim 3, 14 (Biblia de Jerusalén) Muchos de nosotros hemos aprendido a través de nuestras familias el don de la fe con expresiones claramente propias de nuestra cultura. La lectura bíblica es inseparable de la tradición apostólica que es también la tradición de la Iglesia. De manera que, en la Segunda carta a Timoteo se nos llama a tener presente la Palabra de Dios como alimento fundamental de la fe que a través del mensaje apostólico ha llegado a nosotros. Lo importante es reconocer y tener siempre bien presente que el centro de nuestra fe es Jesucristo, por lo que toda mediación o forma para expresar nuestra fe debe tener como sentido y esencia única a Jesucristo. En estos tiempos de bombardeo a la espiritualidad debemos revisar nuestro estilo de vida cristiana pues estamos llamados a vivir una fe verdadera, una fe como comunidad, como Iglesia. Debemos perseverar ...
Somos una comunidad católica con el fin de evangelizar acompañando a parejas y familias.